viernes, 23 de septiembre de 2011

Pensamientos sin valor

PENSAMIENTOS SIN VALOR.
Por Francisco Mundo
A PROPOSITO DE UN ARTICULO DE LEILA MACOR:
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Quizá sea una idea atrevida decir que los pensamientos tengan un carácter de género.  Los hombre y las mujeres (así, en abstracto, sin definir época, nacionalidad ni circunstancia) pueden llegar a pensar como tales y confrontarse en sus modos de decir sus ideas con el riesgo de que los acaten de modo distinto: unos simplemente los dicen sin tener el cuidado de ser específicos y otras los escuchan  sin conformarse con la sentencia para preguntarse cosas paralelas y exigentes de tales frases escuchadas.  Puede preguntarse si acaso es factible pensar que los géneros tienen ya un modo de pensar determinado si de declarar amor o recuerdos se trata.
Habría que remitirse a si las mamás y los papás de esos hombres, cuando eran pequeños, les educaron de cierta forma involuntariamente para que pensaran así y declararan sus sentimientos de esa manera: “Pienso en ti” como una forma quizá incompleta de decir “te quiero” (en dado caso es menos comprometedora y deja abierta la posibilidad de más cosas) pero sin dar detalles, porque para esos hombres es SUFICIENTE  con decirlo y que aquella dama debe no solo conformarse sino interpretar todo lo demás…
Pero quizá la dama, por su misma educación previa como mujer, esté acostumbrada a exigir (a su propio pensamiento y al caballero en cuestión) detalles derivados de tal declaración  sin compromiso…
Leila resume tal circunstancia de un recuerdo que tuvo de Kundera, que sin dar detalles de sus mismos recuerdos, solo le da pie para una nota regia del “maldito” escritor que le ha servido muy bien para escribir un para que…. Ella ha planteado magistralmente un asunto tan sencillo pero con todas las ironías y consecuencias de algo que parece poco común, pero que es más frecuente que lo que parece.  Leila así, tiene la rara costumbre de dar luz con un detalle…
Pero creo que la cuestión no acaba ahí: los hombre no es que tengan o no la costumbre de decir frases cortas de amor medio declarado esperando que la dama se sienta divina con ese pensamiento dedicado del inexpresivo varón, sino que no ha tenido el valor, la idea, la ocurrencia, descubierto su capacidad, de decir frases completas y harto llenas para que la dama se sienta satisfecha con su larga frase que cubra todas las posibilidades de un “pienso en ti” abstracto y simple, es decir, que su capacidad de ser más específico quizá sea falta de valor… de valor de decir sus propios pensamientos, de dónde aparecen, qué es lo que siente además de pensar en ella, cómo la piensa y la razón de su continuo pensamiento…
Valor es tener la osadía, el atrevimiento de ser abierto, claro y contundente, sutil para acercarse a la sutileza de la dama, a su sensibilidad siendo también sensible (no se le ocurre que lo más delicado de una dama puede ser precisamente el pensamiento redundante) y con una actitud entregada para decir TODO  lo que hay detrás de ese pensamiento suyo hacia ella…
Fuerte y osado es un hombre decidido y abierto en decir, en aseverar sus sensaciones y cariños dedicados, y eso tiene que idearlo como LO que le agrada y complace a la dama querida, quizá a cualquier dama. El valor es lo que despierta la osadía en un hombre en un terreno que el mal educado (por la vida y su familia y después por él mismo) piensa que es un terreno exclusivo de la dama como consecuencia y símbolo de debilidad de género… “Los hombres no piensan sino lo necesario” parecería la frase acuñada en la educación y costumbres tradicionales, y en las damas sería “Las mujeres son muy sensibles y piensan demasiado sin necesidad” sería para las mujeres.  Pero el hombre atrevido es quizá aquel que no le hace caso a frases tan absurdas y establece con valor sus pensamientos rompiendo barreras de género y tradiciones.  Puede decir: “Pienso en ti porque eres una mujer singular, grata y responsable, dedicada con esfuerzo a tu responsabilidad laboral y a tu hogar, a tu salud y logrando cosas con tu actitud y gentileza”, o algo así como “Pienso en ti porque han sido muy grandes las cosas que hemos pasado juntos, cosas que me han hecho conocerte más y enteramente”, o finalmente como “Pienso en ti porque a pesar de tiempo, veo que sigues siendo la mujer emotiva que me llena plenamente con su dedicación y cuidado, con sus frases que de vez en cuando me emocionan y reconfortan…”
Quizá el valor en el pensamiento y en su declaración esté lo que a un hombre le falta para llenar a una mujer cuando le dice que piensa en ella, quizá el valor rompa las barreras, llene los huecos que la mujer se cuestiona por frases dichas en forma tan corta, sin compromiso ni detalle, quizá le eviten así a ella pensar tanto y sentir más, quizá él aprenda que el valor de decir es resultado de tener valor en el pensar, valor en el querer, quizá los pensamientos se completen con osadías: de uno para decir más , de la otra para sentir con placer al escucharlo, no para sentirse a medio enjabonar como cuando se acaba el agua de la regadera…

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