martes, 18 de octubre de 2011

Pepito y la revolución mexicana

Pepito y la revolución mexicana.
Episodio 1
Por Francisco Mundo.
La clase en la primaria: La Revolución mexicana.
-          “A ver mis niños, ahora nos toca la clase de Matemáticas y repasaremos la resta y la división…”
-          “Maestra…” (levantando Pepito intempestivamente la mano) pero antes queremos que nos explique algo que no entendimos de la clase de historia…”
-          “¿De la clase de historia? ¿Y qué fue lo que no entendieron de la clase de historia?
-          “En lo de la Revolución mexicana Maestra…”
-          “¿La Revolución mexicana?”
-          “Si Maestra, no entendimos lo de Madero y luego que fue Presidente Huerta, y al ratito que siempre no, que luego Carranza… ¿y para que tanto pleito si todo era contra Porfirio Díaz no?
-          “Así es Pepito, -responde muy propia y ceremoniosa la Maestra- la Revolución se hizo porque el dictador Porfirio Díaz había sido presidente durante 30 años…”
-          “Si, si Maestra, ya nos dijo que fue un dictador y que sometió a los campesinos y las demás cosas…”
-          “¿Y entonces?”
-          “Que pues si todos se levantaron contra Porfirio Díaz,  ¿no se supone que lo querían matar?
-          “A lo mejor no Pepito, solo querían que dejara el poder…”
-          (todos los niños empiezan un cuchicheo entre ellos generalizado)
-          “¡Silencio niños! A ver, les voy a explicar…”
-          (Pablito se levanta de su pupitre de repente al mismo tiempo que alza la mano y no esperando que le dieran la voz interrumpe dejando con la boca abierta a la maestra)
-          “¡Pero Maestra!, entonces si yo soy Presidente durante 30 años, hago lo que quiero con el poder, someto a todos los campesinos del país y me vuelvo no Presidente sino un dictador.. ¿Por qué era un dictador no Maestra?
-          “Así es Pablito, pero déjenme decirles que…”
-          (Vuelve a interrumpir Pablito sin consideración de la Maestra)
-          “Entonces si me vuelvo un dictador despiadado y no le doy chance a ninguno de ser Presidente y me hago cuate de Hacendados y Generales, provoco una Revolución y entonces todo se olvida con solo tomar un barco para irme a Francia? Ni me meten a la cárcel ni me fusilan como hicieron con Maximiliano… ese Juárez si era más cab…”
-          “¡Pablito! ¡Mas respeto por los próceres de México!
-          (el salón entero sube el tono de los cuchicheos que se oyen más fuerte… Gonzalito entonces se pone también de pie y toma la palabra mientras que Pepito y Pablito no se han sentado y siguen desafiantes…)
-          “Mire Maestra, ayer en el recreo estábamos platicando que si Porfirio Díaz era tan canijo y todos se levantaron y entonces se fue en 1910 o en el  1911, ¿No se supone que la Revolución se debió haber acabado?”
-          “Pues sí pero hay traidores a la Revolución y quieren aprovecharse, como Huerta…”
-          “¿Entonces Huerta mató a Madero?”
-          “El Presidente Madero murió en la Decena Trágica…” responde tajante la Maestra,
Interrumpe más fuerte e insistente Pepito:
-          “¿Si, pero QUIEN lo mando matar? ¿A QUIEN le convenía que se muriera para que otro fuera Presidente?
-          “Bueno, pues así son las revoluciones niños… la gente se muere…”
-          “Pues yo ayer le dije a María y a la yoyis- responde Gonzalito- que Huerta fue el que mandó matar  a Madero y luego pues se puso él de Presidente haciéndose cuate del Embajador de los Estados Unidos…pero como ya sabía que no le iban a hacer nada como a Porfirio Díaz, pues se levantaron todos contra él y el muy zacatón se fue…
-          “uuuuuuuuyy Maestra…! (se levanta diciendo el gordito Rodolfito sin pedir permiso) pues que sonso el Presidente ese Madero…!”
La Maestra entonces empieza a sulfurarse y abre los ojos regañando al niño:
-          “¡Rodolfito! ¿Por qué le dices así al Presidente Madero?”
-          “Pues porque si subo de Presidente lo primero que hago es correr a todos los que trabajaban con Porfirio Díaz ¿no? Mi papá me dice que hoy cuando entra un Presidente nuevo corre a todos los del gabinete anterior, y el Huerta ese era cuate de Porfirio Díaz…”
-          “Pero lo que queremos que nos diga Maestra (vuelve a tomar la palabra Pepito) es que si todos se levantaron contra Huerta como hicieron con Porfirio Díaz, entonces fue Presidente Carranza porque todos votaron por él…”
-          “Así es Pepito, la Revolución se trata de eso, que los malos Presidentes usurpadores dejen el puesto a los Presidentes cuando ganan las elecciones…”
-          “Pero cuando Carranza es presidente (Pepito la vuelve a interrumpir y todos ya no la dejan explicar) manda las tropas contra Zapata en Morelos y lo manda matar engañándolo con un tal Guajardo que era soldado de un tal Pablo González, se hace enemigo de Obregón, quiere que un tal Bonillas le siga de Presidente, se le voltean todos y sale huyendo de México en un tren y allá por Puebla lo matan en la noche…”
-          “Además Maestra (dice el gordo Rodolfito) si Obregón manda matar a Carranza, si Carranza mando matar a Zapata, si Obregón manda matar a Villa y a un Francisco Serrano en Huitzilac, si manda atacar a un tal Adolfo de la Huerta con ayuda de Calles, si luego Calles manda matar a Obregón, si luego Cárdenas corre a Calles… y antes no lo mando matar también… ¡¡uuuuuuuuuuy Maestra que relajo, todos contra todos…! ¿No que la bronca era nomás contra Díaz?”
-          “¡¡Rodolfitoooo!! (golpea la Maestra la regla de 30 cm. Contra su escritorio levantándole la voz al niño)¡ ¿Quién te ha dicho todo eso de la revolución??!”
-          “¡Mi abuelito me contó Maestra y dice que lo que Usted dice de los libros es puro cuento!!”
-          (Eso ya no lo toleró la encrespada Maestra que se disponía a ordenarle a Rodolfito que se saliera del salón inmediatamente, pero Pepito la interrumpe para no dejarle decir nada más el resto de la clase)
-          “¡Si Maestra, todos mandaron matar a todos, al principio muy sus cuates pero después le meten la puñalada por detrás…!” (las niñas todas ponen cara de asustadas al ver que Pepito, Pablito y el gordo Rodolfito han tomado el poder en el salón y tienen la voz cantante) Además al principio Cárdenas atacó a Villa, Villa atacó a Obregón, De la Huerta primero muy muy y luego Calles y Obregón le dan matarile con su rebelión, pero un tal Escobar les ayuda y luego Calles le manda las tropas contra Escobar… cuando es Presidente Ávila Camacho le dice a Calles que regrese y que se hagan cuates otra vez con Cárdenas cuando a Obregón antes lo manda matar Calles allá por San Ángel… puro relajo Maestra…”
La Maestra en ese momento se sienta con la cara impávida y con la boca abierta, callada, solo escuchando a los niños asombrada y como sonámbula…
El godo Rodolfito entonces, viendo la cara de la Maestra se aprovecha y saca su torta de la mochila, empieza a morderla antes del recreo, se sienta en la tabla de escribir de su pupitre, sube los pies al pupitre de adelante y dice:
-          “Mire Maestra, esto de la Revolución es nomás matar a los cuates cuando les conviene, primero muy cuates pero luego los corren o se van con quienes les cuadra… Huerta dejó a Díaz y se fue con Madero, luego lo manda matar, Obregón se fue con Carranza para tumbar a Huerta y luego lo manda matar cuando antes Carranza manda matar a Zapata, cuando Villa apoya a Adolfo de la Huerta Obregón también se lo echa, también se echó a Francisco Serrano cuando era muy su cuate… también eran cuates Obregón y Calles y ya ve Maestra, luego se lo echa mientras estaba desayunando… luego Calles pone a puros presidentes tarugos nomás para estarlos mangoneando hasta que se puso campeón Cárdenas y le manda a los soldados para correrlo y luego Ávila Camacho que siempre no, que aquí no pasó nada… dice mi abuelito que en las revoluciones no hay héroes, nomás puros traidores…
La Maestra ya no dijo nada, se quedó calladita en su silla mirando y oyendo a los niños con la boca abierta aun cuando sonó la campana avisando para el recreo….. y con voz pausada, baja, les dice con la mirada ida hacia ningún lado y señalando con el dedo la puerta del revolucionado salón:
-          “Ya sonó la campana niños, salgan al recreo, pueden irse…”
Todos los niños se levantan corriendo y gritando desaforadamente hacia el patio y al final, solos, Pepito, Pablito, Gonzalito y el gordo Rodolfito, con las manos en las bolsas del pantalón, caminan despacio hacia la puerta mirando compasivamente a la maestra que se ha quedado como estatua de marfil en su escritorio, pensativa quizá en algunas cosas que han ocurrido en la Revolución…
FIN.


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