domingo, 31 de julio de 2011

La contaminación del agua

La contaminación del agua

Por Francisco Mundo


El agua forma una capa que cubre cerca del 71 % de la superficie del planeta Tierra, la mayor parte es salobre y una parte muy menor es agua dulce. Es un factor medular  en mantener el clima en el planeta, disuelve una gran cantidad de sustancias que pueden llegar a ser contaminantes, y es esencial para las formas de vida conocidas en la Tierra.  Las propiedades físicas y químicas del agua son las causantes de que la Tierra sea tal como se conoce y que la vida misma sea consecuencia de las propiedades tan especiales de la molécula de agua.  La vida misma empezó en el agua.  El agua es un recurso natural  necesario para los seres vivos y forma parte de toda la materia viva.  Los  humanos la utilizan para realizar muchas de sus actividades como la agricultura, la industria, el transporte y otras muchas actividades diarias.
   
    El agua tiene un punto normal de ebullición de 100ºC y un punto normal de fusión de 0 ºC y son muy altos y muy bajos respectivamente con relación a los compuestos de masa molecular semejante y en general a todas las sustancias líquidas. Esto hace que las aguas superficiales de la Tierra y la de los tejidos de los seres vivos se encuentren en fase líquida en condiciones ambientales por lo que resulta de gran importancia para los procesos vitales, y sería un gran problema para que se realizaran estos procesos si se encontrara en fase sólida o vapor.

El agua líquida debido a su gran capacidad calorífica (1 cal/g ºC) puede almacenar gran cantidad de energía calorífica sin cambiar mucho su temperatura. Esta propiedad del agua permite que grandes cantidades no se calienten ni se enfríen con mucha rapidez  y protege a los seres vivos de los cambios bruscos de temperatura contribuyendo además a mantener un clima moderado en el planeta. El agua es un solvente de gran cantidad de sales inorgánicas, de compuestos orgánicos y de gases. Debido a su polaridad y a la formación de enlaces por puente de hidrógeno, el agua facilita la realización de muchas de las funciones biológicas.  

     El agua tiene la capacidad de disolver una gran cantidad y variedad de sustancias lo que le proporciona la posibilidad de ser un buen medio de transporte de muchas sustancias, en los seres vivos transporta nutrientes y productos de desecho. Esta propiedad también implica que sirve como medio de transporte de contaminantes de los océanos, ríos, lagos, suelo y aire.

        El agua disponible en la Tierra se encuentra principalmente formando parte de los océanos. Se calcula que existe en la Tierra unos 1 300 millones de kilómetros cúbicos (km3) de agua, de los cuales el 97.2 % se encuentra en los océanos y el 2.8 % es de agua dulce, de la cual 28.3 millones de km3  está en los casquetes polares y en las altas cordilleras, 8.1 millones de km3  de agua disponible en ríos, lagos, arroyos, manantiales y depósitos subterráneos y el resto se encuentra en la atmósfera

Dados estos porcentajes, las civilizaciones tienen muy poca agua para sobrevivir y su conservación, ahorro y purificación revisten importancia vital para la conservación de la misma civilización.  La contaminación del agua adquiere así una doble importancia.  De una u otra manera, las ciudades grandes o pequeñas, zonas metropolitanas, zonas urbanas y rurales, han creado procesos cotidianos de transformación de materias primas en productos terminados, aleación de materiales, usos de elementos químicos para conservación de alimentos, comburentes, combustibles, gases, pesticidas, fertilizantes y plásticos entre muchos otros.  Para que su vida como comunidad tenga continuidad, y que no afecte directa o indirectamente los procesos naturales de la biodiversidad, es parte medular  la conservación de la calidad del agua y su ritmo en su evaporización, lluvia, filtración, arrastre, corrimiento freático y consumo.  A la par de todos esos procesos de la vida urbana o rural, no se ha creado un nivel aceptable y válido de información y cultura entre la población sobre la importancia que adquiere el agua pura en las sociedades, de tal manera que las personas en ocasiones ni se imaginan que lo que consumen o desechan la afecta en sus procesos.

Los principales contaminantes del agua son los siguientes:

Ø  Aguas residuales y otros residuos que demandan oxígeno -materia orgánica, cuya descomposición produce la desoxigenación del agua-.
Ø  Agentes infecciosos.
Ø  Nutrientes vegetales que pueden estimular el crecimiento de las plantas acuáticas.
Ø  Productos químicos, incluyendo los pesticidas, diversos productos industriales, las sustancias tensioactivas contenidas en los detergentes, y la descomposición de otros compuestos orgánicos.
Ø  Petróleo, especialmente el procedente de los vertidos accidentales.
Ø  Minerales inorgánicos y compuestos químicos.
Ø  Sedimentos formados por partículas del suelo y minerales arrastrados por las tormentas y escorrentías desde las tierras de cultivo, los suelos sin protección, las explotaciones mineras, las carreteras y los derribos urbanos.
Ø  Sustancias radiactivas procedentes de los residuos producidos por la minería y el refinado del uranio y el torio, las centrales nucleares y el uso industrial, médico y científico de materiales radiactivos.
Ø  El calor también puede ser considerado un contaminante cuando el vertido del agua empleada para la refrigeración de las fábricas y las centrales energéticas hace subir la temperatura del agua de la que se abastecen.

Los contaminantes en forma líquida provienen de las descargas de desechos domésticos, agrícolas e industriales en las vías acuáticas, de terrenos de alimentación de animales, de terrenos de relleno sanitario, de drenajes de minas y de fugas de fosas sépticas. Estos líquidos contienen minerales disueltos, desechos humanos y de animales, compuestos químicos sintéticos y materia coloidal y en suspensión. Entre los contaminantes sólidos se encuentran arena, arcillas, tierra, cenizas, materia vegetal agrícola, grasas, brea, papel, hule, plásticos, madera y metales.
Los contaminantes físicos afectan el aspecto del agua y cuando flotan o se sedimentan interfieren con la flora y fauna acuáticas. Son líquidos insolubles o sólidos de origen natural y diversos productos sintéticos que son arrojados al agua como resultado de las actividades del hombre, así como, espumas, residuos oleaginosos y el calor (contaminación térmica).
Los contaminantes químicos son compuestos orgánicos e inorgánicos disueltos o dispersos en el agua. Los contaminantes inorgánicos provienen de descargas domésticas, agrícolas e industriales o de la erosión del suelo. Gran parte de estos contaminantes son liberados directamente a la atmósfera y bajan arrastrados por la lluvia. Esta lluvia ácida, tiene efectos nocivos que pueden observarse tanto en la vegetación como en edificios y monumentos de las ciudades industrializadas.
Los contaminantes orgánicos también son compuestos disueltos o dispersos en el agua que provienen de desechos domésticos, agrícolas, industriales y de la erosión del suelo. Son desechos humanos y animales, de rastros o mataderos, de procesamiento de alimentos para humanos y animales, diversos productos químicos industriales de origen natural como aceites, grasas, breas y tinturas, y diversos productos químicos sintéticos como pinturas, herbicidas, insecticidas, etc. Los contaminantes orgánicos consumen el oxígeno disuelto en el agua y afectan a la vida acuática,  proceso conocido como eutroficación.
Los contaminantes biológicos son hongos, bacterias y virus que provocan enfermedades, son algas y otras plantas acuáticas. Algunas bacterias son inofensivas y otras participan en la degradación de la materia orgánica contenida en el agua.  La eliminación de los virus que se transportan en el agua es un trabajo muy difícil y costoso.            La contaminación de los suelos afecta principalmente a las zonas rurales agrícolas y es una consecuencia de la expansión de ciertas técnicas agrícolas. Los fertilizantes químicos aumentan el rendimiento de las tierras de cultivo, pero su uso repetido conduce a la contaminación de los suelos, aire y agua. Los fosfatos y nitratos son arrastrados por las aguas superficiales a los lagos y ríos donde producen eutroficación y también contaminan las corrientes freáticas. Los pesticidas minerales u orgánicos utilizados para proteger los cultivos generan contaminación a los suelos y a la biomasa. También los suelos están expuestos a ser contaminados a través de las lluvias que arrastran metales pesados como el plomo, cadmio, mercurio y molibdeno, así como, sulfatos y nitratos producidos por la lluvia ácida.
Otros contaminantes como los metales pesados (plomo, cadmio, mercurio), ciertos plaguicidas, los cianuros, los hidrocarburos, el arsénico y el fenol provocan prácticamente la destrucción de los ecosistemas acuáticos y también serios daños a las personas que consuman agua o sus productos contaminados por esta clase de productos químicos. 
Los efectos de la contaminación del agua incluyen los que afectan a la salud humana. La presencia de nitratos en el agua potable puede producir una enfermedad infantil que en ocasiones es mortal. El cadmio presente en los fertilizantes derivados del cieno o lodo puede ser absorbido por las cosechas; si se ingiere, puede producir un trastorno diarreico agudo, así como lesiones en el hígado y los riñones. Hace tiempo que se conoce de la peligrosidad de sustancias inorgánicas, como el mercurio, el arsénico y el plomo.

Los lagos son especialmente vulnerables a la contaminación. Esa eutrofización, que se produce cuando el agua se enriquece de modo artificial con nutrientes, produce un crecimiento anormal de las plantas. Los fertilizantes químicos arrastrados por el agua desde los campos de cultivo pueden ser los responsables. El proceso de eutrofización puede ocasionar un crecimiento denso de las plantas con raíces, el agotamiento del oxígeno en las aguas más profundas y la acumulación de sedimentos en el fondo de los lagos, así como otros cambios químicos, tales como la precipitación del carbonato de calcio en las aguas duras. Para ver esto baste con visitar lagunas como la de Chapala o diversas del estado de Michoacán en México.

Fuentes Puntuales y No Puntuales
·       Las fuentes puntuales descargan contaminantes en localizaciones específicas a través de tuberías y alcantarillas como Fábricas, plantas de tratamiento de aguas negras, minas y  pozos petroleros.
·       Las fuentes no puntuales son grandes áreas de terreno que descargan contaminantes al agua sobre una región extensa como el Vertimiento de sustancias químicas, tierras de cultivo, lotes para pastar ganado, construcciones, tanques sépticos.


        La principal fuente no puntual de contaminación del agua es la agricultura. Los agricultores pueden hacer que las aguas superficiales no sean vertederos de fertilizantes y disminuir su infiltración a los mantos acuíferos, no utilizando cantidades excesivas de fertilizantes en tierras planas y evitar usarlos en las laderas. Pueden utilizar fertilizantes de liberación lenta y alternar la siembra de frijol de soya u otras plantas fijadoras de nitrógeno para reducir la necesidad de fertilizantes. Los agricultores también deben tener zonas separadoras con vegetación permanente entre los campos cultivados y el agua superficial cercana a los sembradíos. 

Los ganaderos también pueden controlar la contaminación de los mantos acuíferos, al controlar el escurrimiento e infiltración de desechos animales en las granjas y evitando utilizar terrenos con declive hacia las aguas superficiales cercanas. La desviación del escurrimiento de los desechos de los animales a estanques de retención, permitiría que esta agua rica en nutrientes sea bombeada y aplicada como fertilizante en tierras de cultivo y en bosques.

        Las aguas negras y los desechos industriales arrastrados por el agua de fuentes puntuales no son tratados general y adecuadamente, la mayoría de ellos son descargados a las corrientes de agua más cercanas o en lagunas de desechos donde el aire, la luz solar y los microorganismos degradan a los desechos, matan a algunas bacterias patógenas (causantes de enfermedades) y permiten que los sólidos se sedimenten.

        Contaminación del agua freática o subterránea.- Parte de la precipitación se infiltra en el suelo y llena los poros que hay en el suelo y rocas de la corteza terrestre. A la superficie bajo la tierra en donde todo el suelo y la roca disponibles están llenos de agua se le denomina zona de saturación, y al agua que llena esos poros se le conoce como agua subterránea o freática.  Un factor que contribuye a que la gente no tenga conciencia del problema de la contaminación de las aguas subterráneas es que sus corrientes no se ven, por lo que la contaminación se va acumulando y cuando se descubre su peligrosidad ya es demasiado tarde. Por ésto, algunos ambientalistas consideran que la contaminación de las aguas subterráneas, a largo plazo, emergerá como uno de los problemas más graves de los recursos acuíferos.

           Los océanos son el último sumidero para gran parte de los desechos de las actividades humanas. Los ríos arrastran llevan las aguas contaminadas a los mares. Las comunidades costeras liberan las aguas negras sin tratamiento alguno, además de grandes cantidades de desechos sólidos y compuestos químicos contaminantes.  Jacques Cousteau afirmaba que "La sobrevivencia de la especie humana depende del mantenimiento de un océano limpio y vivo, extendido alrededor de todo el mundo. El océano es el cinturón de vida de nuestro planeta".  Nosotros podemos agregar que la sobrevivencia de la especie humana y de muchas especies mas de vida depende de su agua, la que tenemos y la que esta a nuestro alrededor, la que consumimos y la que en un futuro podremos tener, cuidarla en su pureza no es cosa solo de seguridad, sino además de respeto por la naturaleza que nos la proporciona: no debemos ser inquilinos imprudentes con nuestra gentil proveedora.

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